martes, 13 de octubre de 2009

Pena de muerte frutal





Ella es la naranja, que yace postrada ahí, en la cesta de frutas del mesón. Esta cesta representa para ella algo muy parecido a lo que representa la silla eléctrica para un condenado, pues sabe que de un momento a otro será devorada y su existencia habrá finalizado abruptamente.
Ella, la naranja, resalta de forma descarada y tentadora, debido a su brillante color y su forma sensualmente redonda, de sus otros sosos y pálidos compañeros de cesta: el señor níspero y La Orden de las Hermanas Uvas de la Consagración. Ella sabe que su belleza táctil, pues es más agradable al tacto que la rugosa guanábana; su llamativo color, mucho más brillante que el trillado rojo de la pecadora manzana; y su desenfadadamente ácido y a la vez dulce sabor, hacen de ella la presa más fácil del bastardo humano, quien planea tener una saludable merienda a eso de las tres de la tarde.

La naranja espera en un amargo silencio, maldiciendo al creador por haberla hecho tan brillante, suave, redondeada, dulce y llena de vitamina C, que venga aquel vil hombre a despojarla de su lustrosa piel y la devore sin compasión alguna.




Au revoir, terrícolas.


L'Angelček


PD: Me arriesgo a afirmar que esto es lo más inverísimil que he escrito jamás. Gracias a Bahamonde y sus descripciones extrañas.

7 comentarios:

Little Sneaky Toy dijo...

Hacer ésto de algo tan nulo es amazing, realmente brillante! Siempre que tienes algo que decir, lo haces con mucha gracia!

Unknown dijo...

Me provocó una naranja! :)

Ser bonito también tiene sus desdichas...

L'Angelček dijo...

Ni que lo digas, Marcy Marcy.

Sofia dijo...

Jajajaja te amo Angelo.

Anónimo dijo...

Y yo tomaba jugo de naranja mientras leía esto.

I <3 NARANJAS y más si las pones así.

Atte:
Rebe :)

Manolo Grande dijo...

Esto, en tres párrafos, está adorable.

Desde «viernes» te empezaste a poner cada vez mejor.

No te digo que me sorprendes, porque sería pensar que no te creía capaz de hacer algo tan bueno como esto antes de yo leerlo. Te digo que me impresionas, más bien, y mucho.

Andrea Bermúdez M. dijo...

Ok, está demasiado arrecha la foto.